Mejorar los espacios para conseguir el mejor tiro

La enseñanza del JUEGO SIN BALÓN siempre tradicionalmente ha ido por detrás del juego con el balón por diferentes motivos. El primero, porque es lógicamente más atractivo para los niños enseñar baloncesto con un balón en las manos. De hecho, lo primero que hace un jugador de iniciación al coger el balón es lanzar y, en caso que no tenga canasta, botar la pelota. Tampoco sería conveniente dejar de enseñar baloncesto con el balón como objeto principal ya que los jugadores se deben familiarizar con él aprendiendo los tres fundamentos básicos de tiro, pase y bote (para mi en este orden de importancia).

Entreno tras entreno, el entrenador debe ir enseñando conceptos de juego sin balón que ayuden al jugador a mejorar, por un lado, el conocimiento del juego por parte del jugador, facilite al jugador con balón a desarrollar su juego y finalmente, aumente su rendimiento en pista. Además, se debe tener en cuenta que, en un equipo ofensivo, los jugadores sin balón son 4 mientras que el que tiene el balón es 1. Es por esto, que a medida que avanza la edad de aprendizaje el juego sin balón toma mayor importancia hasta llegar a ser un fundamento clave para el rendimiento del jugador dentro del equipo

El juego sin balón siempre ha centrado su atención en favorecer la recepción del jugador que lo trabaja y, en parte es así, aunque hay aspectos más trascendentales en su aplicación. El objetivo del jugador sin balón no es solamente recibir la pelota, sino que por encima de cualquier cosa es respetar y favorecer la acción del jugador con el balón.

A nivel de rendimiento, el juego sin balón es clave para encontrar los dos tipos de tiro que dan máximo rendimiento en el juego. El primero: la entrada debajo de canasta con un porcentaje de acierto del 65% de media en ACB. El segundo: el tiro abierto de 3 puntos con los pies en el suelo, que en la ACB es de un 40% lo que representa un 60% de tiro efectivo (es decir como si este tiro hubiese sido de 2 puntos). Cualquier otro tipo de tiro representa no solamente un porcentaje menor sino exageradamente mucho menos que ambos, por debajo incluso del 40% en el tiro efectivo.

Los cinco aspectos fundamentales del jugador sin balón son:

  • NO JUGAR SOBRE LA LÍNEA DE 3 PUNTOS. El jugador sin balón debe dejar espacio al manejador del balón. No debe jugar muy cerca de la línea de 3 puntos y menos dentro de la línea de 3 puntos. Esto favorecería las ayudas entre el defensor sin balón y el balón en caso de penetración. Actualmente el baloncesto europeo se juega con un solo jugador interior que no necesariamente debe ser el #5 ya que incluso estos ahora son capaces de tirar. Es cierto que el jugador no debe permanecer lejos si le está a punto de llegar el balón, sino que debe ATACAR LA LÍNEA DE 3 PUNTOS. Esto además, ayuda a la coordinación del tiro posterior. No continuar alejándose sino atacar el triple acercándose para favorecer su tiro o bien estar en una distancia de mayor amenaza.
  • PASAR Y SEPARARSE DEL RECEPTOR. Tras el pase, el jugador que anteriormente tenía el balón debe alejarse para respetar los espacios. Esto se percibe especialmente en situaciones de indirectos, cuando el pasador tiene que alejarse incluso antes que pase el balón para evitar que su hombre salte al balón y rompa la ventaja del indirecto. Otro ejemplo es cuando un jugador conecta con el poste bajo. En este caso, el jugador debe cortar (actualmente muchos equipos hacen trap con este jugador y ya no hay apenas ventajas en el corte), jugar con bloqueos indirectos por el perímetro o bien separarse y situarse encima del codo únicamente para alejar las ayudas.
  • JUGAR POR DETRÁS DE LA DEFENSA. Un interior grande no debe ocupar un espacio dentro de la pintura a no ser que sea para ganar una ventaja clara de finalización. Cuando el balón se está moviendo por el aire debe ser el momento para ganar la posición interior o bien para ofrecer una línea de pase exterior. Pero si un jugador penetra o bien recibe con ventaja dentro de la pintura, este debe moverse por detrás de la defensa. Los motivos son varios, pero especialmente para dejar espacio para el jugador que penetra y, al mismo tiempo, ser una amenaza por la espalda de su defensor que hace dudar si saltar a la ayuda o quedarse con su hombre.
  • OCUPAR LAS ESQUINAS. Esto es realmente importante para colocar a 4 jugadores en el perímetro. La estructura de 4 jugadores abiertos es cada vez más usada y no se cabe en el perímetro. Dos soluciones: o se ocupa la esquina, o se juega con un pequeño por detrás de la defensa. Las esquinas, infrautilizadas durante mucho tiempo, se usa actualmente a parte de tirar, para colocar indirectos de subida o para colocar P&R desde el córner o hacia el fondo. Además, debemos tener a los jugadores en las esquinas porque es donde las ayudas tardan más en llegar a parte de ser la distancia más cercana del triple.

ATACAR LAS ESPALDAS DEL DEFENSOR cortando hacia el aro. El atacante debe percibir donde está orientado su defensor. La idónea en la mayor parte de situaciones sería por encima del defensor y con el último pie orientado hacia el propio atacante. Si en algún momento el defensor presenta los pies paralelos a la línea de fondo, esto forzará al defensor a girar constantemente la cabeza para ver a su hombre y controlar el balón. En una de estas que el defensor no mira o aprovechando la situación que el balón se acerque, el atacante debe atacar la espalda cortando hacia el aro para provocar, por un lado, si el defensor se queda con el balón una ventaja propia o bien, provocar un desajuste si el defensor no ayuda al balón con ventaja.

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